Consejos prácticos que puedes aplicar desde hoy para entrenar con más control, foco y resultados
Entrenar duro no siempre significa entrenar bien. A veces, pequeños ajustes marcan una gran diferencia en cómo te sientes durante un WOD y en los resultados que obtienes. Estas cinco claves están pensadas para ayudarte a sacar el máximo provecho a tu entrenamiento, sin importar tu nivel actual.
La primera es clara: cuida tu técnica. Antes de aumentar carga o velocidad, asegúrate de ejecutar correctamente cada movimiento. Una técnica sólida no solo previene lesiones, sino que también mejora tu eficiencia. La segunda clave es planificar tu ritmo. No empieces un WOD al 100 % si sabes que es largo. Dosifica tu energía y reserva potencia para el tramo final.
La tercera clave es conocer tus tiempos de descanso. Aprende a recuperarte sin desconectarte. Respira, regula tu frecuencia cardíaca, pero sin perder foco. La cuarta es elegir bien tu equipamiento. Calleras, cinturón, rodilleras o straps no son solo accesorios: son herramientas que te dan seguridad y confianza cuando el cuerpo va al límite.
Y por último, escucha tu cuerpo. El progreso viene con constancia, no con sobreentrenamiento. Si estás agotado, adapta la intensidad. Si estás fuerte, aprieta. Entrenar con cabeza es entrenar con futuro. Aplica estas claves, ajusta lo que haga falta y entrena como alguien que quiere mejorar, no solo cansarse.